No se trataba solo de un reloj, sino también de un instrumento de buceo fabricado bajo un estricto control de calidad y construido para alcanzar los más altos estándares de fiabilidad y resistencia al agua.
La marca de relojería japonesa que sobresale internacionalmente por la excelente precisión de sus creaciones, presenta un nuevo modelo de la colección Prospex, pensada desde siempre para los aventureros, amantes del buceo.
Japón es una nación insular, por lo que un reloj de buceo tenía sentido para la marca. Sin embargo, también es un país montañoso. Aproximadamente el 70% de su superficie terrestre son montañas y bosques, por lo que no solo los buceadores dieron la bienvenida a estos relojes. También lo hicieron los montañeros y aventureros, que aspiraban a un reloj especializado y duradero, por su fiabilidad en condiciones extremas.
En la actualidad, Seiko Prospex, que combina las palabras “profesional” y “especificaciones”, se traduce como una línea de relojes resistentes e inspira enfrentar todo lo que se atraviese y seguir adelante.
El nuevo modelo automático, calibre 6R35, con capacidad de carga manual, proporciona una precisión de +25 a -15 segundos al día.
Su caja de 42,7 milímetros de diámetro, es de acero inoxidable con cubierta súper endurecida, y aloja un cristal de zafiro curvado con revestimiento antirreflectante en la superficie interna, permitiendo una fácil lectura. El baño de Lumibrite en agujas, índices y bisel giratorio unidireccional, aportan la correcta visibilidad, ante situaciones adversas. Este modelo cuenta también con corona de rosca que asegura una correcta hermeticidad, para inmersiones de hasta 200 metros de profundidad.
La correa gris de acero inoxidable llega con un cierre de tres pliegues con bloqueo seguro y liberación de botón con un extensor.
Esta pieza luce además visualización de fecha ubicada a las 3 en punto, y función de stop del segundero.