Aparte de ser una de las bebidas más elegidas para acompañar comidas o momentos especiales, el vino también ha demostrado que, en medidas recomendadas, puede traer numerosos beneficios para la salud.
A muchos, cuando están consumiendo vinos, una de las cuestiones que más preocupan es el aumento de peso. Esto es aplicable a numerosas bebidas alcohólicas, pero el vino puede ser una excepción.
Según un estudio desarrollado por la Universidad Estatal de Washington, y publicado por revista digital RSVP live, ingerir dos copas de vino al día (tinto, blanco o rosado), reducirá el riesgo de padecer obesidad en un 70%.
El estudio se basa en que la presencia de antioxidantes que tiene el vino puede transformar el exceso de grasa blanca en grasa más “quemable” y así ayudar a reducir calorías, lo que estaría permitiendo un equilibrio del organismo.
Gracias a sus alto contenido en ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol, el vino favorece la disminución significativa de las varices al inhibir el colesterol malo que pueda formar placas en la pared de las arterias.
De igual forma, siempre es necesario aclarar que si su consumo es abusivo puede ser altamente dañino para el cuerpo humano y además generar otros tipos de desequilibrios.