“La Estratega” y “Lo Cotidiano” son los nuevos vinos íconos de una bodega que tiene muchas historias para contar.
[dropcap size=big]M[/dropcap]emorias de Ida, está inspirado en Ida Chipolletti, una mujer fuerte que rompía los esquemas de su época. Ella, una persona con un carácter entrañable, era la madre de Alejandro Genoud actual propietario de Clos de Chacras junto con su esposa Silvia Gargantini.
Ida ahora es la musa para esta nueva línea que sorprende con dos vinos íconos: “La Estratega”, un Cabernet Franc de Gualtallary (Tupungato) y “Lo Cotidiano”, 100 % Malbec de Chacras de Coria (Luján de Cuyo).
“Hay personas que dejan un legado profundo, así era Ida y ese es el propósito de estos vinos”.
La Estratega
Representado por el caballo de ajedrez por su connotación estratégica, cada decisión en la elaboración de este vino se pensó cuidadosamente para lograr un Cabernet Franc voluptuoso, aromático y fresco.
Como en un juego de ajedrez el terroir, el tiempo de cosecha, la selección de las uvas, la crianza y la estiba se trazaron casi como en un plan maestro para lograr un final donde los sentidos queden en jaque.
De un color violáceo intenso con matices rojizos, este Cabernet Franc con paso por roble francés expresa en nariz un amplio abanico de notas verdes, especiadas y balsámicas que se conjugan con aromas frutales como la mora y el arándano. En boca, el vino muestra su nervio a través de un tanino firme, fresca acidez y amplio volumen, para concluir en un final amable y persistente, de gran equilibrio.
Lo Cotidiano
El Malbec en Argentina es parte de un ritual celebrado con frecuencia y en lo cotidiano al igual que en lo extraordinario, el foco está en los detalles. La esencia de este Malbec, único producido enteramente de un viñedo ubicado en Chacras de Coria, tiene en su ADN la información de años de equilibrio entre la cepa y el terroir.
Chacras de Coria brinda un terroir sin igual y son pocos los viñedos que han resistido la urbanización. Regados por el agua del Río Mendoza, su suelo se presenta fuerte en potasio y minerales que se manifiestan en un vino de color intenso y de gran estructura. Además, la vegetación de esta zona protege a los viñedos del viento Zonda y mantiene una humedad óptima para la hidratación de la vid.
A la vista, este vino sugiere un intenso color púrpura de gran brillo. En nariz, se perciben los aromas a frutas maduras y amables notas a confitura de ciruela junto a especias que sugieren un equilibrado uso de la madera. En boca, la inconfundible entrada dulce precede un jugoso volumen y taninos amables en constante desarrollo y creciente complejidad.
Memorias de Ida es una línea de colección que propone un concepto basado en la complejidad de sus vinos gracias a la bondad del terroir y la expresividad de las cepas.
Disponible en todas las vinotecas del país. Precio sugerido: $ 950.