Estudiantes de enología aprenden haciendo vino en la Bodega de la Universidad Maza. Imperdible testimonio de esfuerzo y trabajo en equipo.
[dropcap size=big]e[/dropcap]n pleno descube de un Malbec de Valle de Uco, integrantes de la Bodega de la Universidad Maza dieron a conocer las tareas que realizan día a día en el establecimiento ubicado en la Sede Gran Mendoza.
Esta bodega existe desde hace siete años y desde hace cinco está coordinada por Ana Puelles, licenciada en Enología, quien cuenta con la colaboración de 20 jóvenes de la carrera.
“Ahora estamos descubando y prensado para obtener un vino prensa, que luego degustaremos para ver si puede combinarse con el vino flor”, explicó Ana. “La idea es que todos los vinos puedan ser destinados a algún concurso, para el consumo interno de la Universidad y, si podemos, para salir a venderlo puertas afuera”.


No todos los participantes son alumnos. Hay algunos, como Carlos Motta (más conocido como Charly), que ya terminaron de cursar y siguen haciéndose presentes como ayudantes. En los jóvenes está muy claro el objetivo: aprender. Las becas para la bodega son solo cuatro o cinco por año; todos los demás lo hacen para su formación.
Un antes y un después
En los comienzos de la “bodeguita” se hacía un vino Malbec más joven, más frutado y sin madera, pero con el tiempo y el aumento de los recursos empezaron a incorporarse elementos que permitieron seguir mejorando la calidad del producto y llegar al icono actual: Juan Agustín. “Es un vino que ha sacado 91 puntos en el concurso VINUS, lo que equivale a Medalla de Oro y estuvimos muy cerca de la Doble Medalla”, dice Charly refiriéndose a él.
“Con el paso de los años, los alumnos comenzamos a evolucionar y a aprender mucho más… Y eso es lo bueno: al ser una bodega universitaria los estudiantes estamos muy metidos y nos dejan ir aprendiendo de a poco, equivocarnos, inventar… Esa es la imagen que queremos dar de nuestra bodeguita: que somos chicos que están haciendo vino y preparándose para el futuro”, cerró.


Justamente, Amparo Zandomeni, que se sumó hace muy pocos días, resaltó que “es un ambiente muy lindo, estamos juntos con nuestros compañeros, cada día aprendemos algo nuevo”.Experiencia internacional
Entre todos los miembros de la bodega de la Universidad Maza hay una mujer que se destaca por una particularidad: ser extranjera. Se trata de Ana Laura de Luna, proveniente de Ensenada, Baja California, la zona vitivinícola más importante de México.
Su hermoso país de origen tiene de todo menos la carrera que ama: Enología. Es por ello que tomó la decisión de venir a la tierra del sol y del buen vino tras estudiar Comunicación y haber trabajado en los sectores de administración y turismo de las bodegas mexicanas.
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“Cuando conocí a dos egresados de la Universidad Maza (Sergio Heras y Gabriel Ros) y escuché sus experiencias y recomendaciones fue que decidí escribir a la Universidad Maza para ver si era posible venir aquí y si recibíamos algún tipo de apoyo. He solicitado la beca de apoyo económico pero independientemente de ello a mí me encanta estar en la bodega”, sintetizó Ana Laura.
Al ser consultada sobre sus proyectos tras concluir sus estudios dijo que “me encantaría recibirme e intentar hacer algo aquí, aunque también es mi deseo volver a México y enseñar y transmitir lo que estoy aprendiendo porque nuestro país aún está en pañales y sería fantástico, como mexicana, brindar ese apoyo que hasta ahora siempre viene de fuera”.
Una frase que resume todo
Ana Puelles lo expresó a la perfección: “no hay mejor forma de aprender que haciendo. No es fácil, hemos ido avanzando escalón por escalón y todo se logra con el esfuerzo y la pasión”.
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