Casa Vigil realizó con gran éxito la primera edición del Festival “Del Tomate”. Esta experiencia sensorial, canalizada a través del universo del tomate fue organizada por el “Labrar”, proyecto productivo y sostenible liderado por la Dra. María Sance y su equipo de Casa Vigil.
Hilda Lizarazu.
La idea del festival nació inspirada en la gran huerta orgánica del restaurante, del cual Alejandro Vigil es el principal referente y donde se cultivan las hortalizas de estación que son la base de la gastronomía de producto.
“Labrar” acompaña y respalda el trabajo de pequeños productores locales, de forma tal de contar con volumen de materias primas directo del productor a la mesa, fomentando el desarrollo en un marco de comercio justo.
Casa Vigil Del Tomate
La primera edición del festival contó con la participación de más de 700 personas. La propuesta contó con: degustación de productos a base de tomate, feria de productores y platos realizados por cocineros y cocineras de Argentina, Chile y Uruguay. Cada uno de los chefs invitados ofreció un plato con su interpretación sobre el tomate. Los invitados tuvieron la posibilidad de probar más de 10 propuestas (todas distintas y muy originales).
El evento contó con la participación de destacados cocineros, entre ellos algunas figuras como Rodolfo Guzmán, del restaurante chileno “Boragó” (rankeado entre los mejores de Latinoamérica), Christophe Krywonis, Nadia Harón, Sebastián Weigandt de “Azafrán” y Francisco Rosat del restaurante “Lo de Fran Cocina de Mar”. También estarán presentes las “Cocineras del Iberá”, Hernán Viva (de Mar del Plata) y las cocineras Vanina Canteros y Natalia Suesca, del reconocido restaurante “Manzanar” de Uruguay, además de Iván Azar (Chef Ejecutivo de Casa Vigil).
A todo esto se sumó un espectacular show de música de los destacados: “Zorrito” Von Quintiero, Hilda Lizarazu y Fernando Samalea quienes tocaron grandes clásicos del rock nacional.
El vino también tuvo su espacio, hubo degustaciones especiales de vinos de la línea Enemigo más un sector especial con etiquetas del grupo “Productores Amigos”.
Oda al tomate
Hay más de un centenar de variedades de tomates. Pero estas frutas, además de diversas, son versátiles. Se los consume cocidos, fritos, crudos, secos, confitados, en mermeladas, en salsas, en platos calientes, en recetas frías, en jugos, purés, tragos, sopas y extractos.
Fuente de vitaminas, como la C; fibra, calcio, hierro y otros minerales, son aliados de cada verano. A los clásicos de color rojo se suman variedades marrones, amarillas, verdes, naranjas, todos en múltiples formatos.
Se lo considera capaz de contribuir a la prevención de más de una enfermedad porque mejora las funciones antitrombóticas y antiinflamatorias; disminuye los riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular y osteoporosis; ayuda a la protección contra los daños en la piel por luz ultravioleta y proporciona defensas ante el deterioro cognitivo.
El tomate es originario de América, desde donde los españoles lo llevaron a Europa. Los aztecas lo conocían como xïctomatl, fruto con ombligo. Debido a esa palabra azteca, “tomatl”, los conquistadores españoles lo llamaron “tomate”.
En un principio se usaba como planta ornamental, pero desde el siglo XIX se intensificó su cultivo para consumo. Actualmente los principales países productores son China, Estados Unidos, Turquía, Italia y Egipto.
“Sobre la mesa / en la cintura del verano / el tomate, astro de tierra, estrella repetida y fecunda / nos muestra sus circunvoluciones / sus canales, la insigne plenitud y la abundancia / sin hueso, sin coraza, sin escamas ni espinas / nos entrega el regalo de su color fogoso y la totalidad de su frescura”, escribió el poeta chileno Pablo Neruda en su Oda al tomate”.
El amplio mundo de este producto reveló su corazón en Casa Vigil.