Del 14 al 16 de abril se realiza la 5° edición de la gran fiesta de la gastronomía argentina, la cual fue pensada por los hermanos Agostinelli para homenajear a su padre, Jorge.
[dropcap size=big]E[/dropcap]l Día del Gourmet es una idea de los hermanos Guido, Paulo, Javier y Alejandro, de homenajear a su padre, Jorge Agostinelli, una persona que vivió y amó con pasión el movimiento “gourmet argentino”.
Jorge dedicó su vida a la buena mesa y, con un trabajo silencioso, sostenido y audaz, seleccionó aromas y sabores de todo el mundo para crear las bases de lo que fue la revolución gastronómica argentina.
Hijo único de Quinto Agostinelli y Clorinda Césari, inmigrantes de la comuna de Arcevia, provincia de Ancona, Italia, Jorge nació el 14 de abril de 1935, en la Ciudad de Buenos Aires.
Cuando egresó del secundario en el colegio industrial Otto Krause, creó una pequeña fábrica de electrodomésticos donde desarrolló Sonmix, la primera línea de productos de cocina de fabricación nacional. Así surgieron la cortadora de fiambre, la wafflera, la sellasandwich, la raclettera, la vaporiera y la fabricadora de helados Gran Gelato Sonmix.


Siempre le gustó cocinar y soñó con tener un restaurante en Italia. Sólo desistió de esa ilusión cuando apareció una nueva: acercar a los argentinos a las novedades de la gastronomía internacional. Esa intención lo llevó a ocupar un papel destacado en la escena gourmet argentina.
En 1992 comenzó a importar desde Francia aceites de nuez, almendra y zapallo. Fue entonces que la reconocida marca francesa de delicatessen, Casa Fauchón, le otorgó a Agostinelli la representación de su empresa en la Argentina y él, desde un exclusivo deli en Quintana y Callao, “Peck, I sapori del mondo”, acercó al público las exquisiteces que seleccionaba la firma francesa.
Jorge estaba listo para emprender su propio camino y dejar su huella en el mundo gourmet. En las ferias internacionales de alimentación eligió los productos de mejor calidad de cada rubro y se convirtió en el primer importador de Couscous, de mostaza de Dijon y de Foie gras. Con los años se sumaron más clásicos: los arroces italianos para risotto, el basmati de la India, la tinta de calamar española, la línea de aderezos y pimientas Drogheria & Alimentari, la Leche de Coco Sococo de Brasil y el Aceto balsámico de Módena FINI, todas perlitas difíciles de encontrar en las góndolas en ese momento en el país.
Su amigo Alberto Bergoglio, hermano del Papa, le sugirió el nombre San Giorgio para usar como marca de las delicias que importaba y para los productos que comenzó a elaborar, como el humo líquido, el condimento ahumado y el aceto andino de frutos del bosque, íconos la firma. Jorge imaginó esta línea como una fusión de los sabores argentinos y europeos.
Su mundo giró alrededor de cocinas, utensilios y sartenes. Sus amigos cocineros, que disfrutaban de las “golosinas” que traía de sus viajes, fueron sus aliados. Chefs como Gato Dumas, Guillermo Calabrese, Ramiro Rodríguez Pardo, Christophe Krywonis, Martín Baquero, Dolli Irigoyen, Carlos Sosto y Donato De Santis, entre muchos otros, intercambiaban con él ideas y datos en charlas interminables de las que todos salían enriquecidos. De lo que le sugerían Jorge importaba lo que él creía que podía funcionar. Los productos que eligió, lentamente, se afianzaron en el paladar gourmet argentino.
Cuando Jorge murió en 2009, sus hijos, quienes hoy llevan adelante la empresa que él fundó, le quisieron rendir homenaje. En 2013 crearon El Día del Gourmet, para que cada 14 de abril, fecha de su nacimiento, sea una fiesta de la gastronomía.
En la edición 2017, El Día del Gourmet será parte de las celebraciones que distinguirán a Buenos Aires como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2017.
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