Este es un vino que intenta reinar entre los millenians y se trata de la nueva apuesta de Bodega Norton.
Sin caer en grandes complejidades, la bodega busca un Malbec más simple y racional. Fácil de entender y lo hace sin fisuras, ni estructuras. En nariz, propone una fruta roja intensa, exuberante, con una atmósfera floral. En el paladar, este exponente disputa la liga más difícil pero la más cómoda de la cepa: cuerpo medio, taninos amables y con ciertos toques dulzones. Es extremadamente efectivo, correcto en su composición y profundamente bebible.