Las fiestas de fin de año suelen ser fechas de muchas emociones. Cada familia tiene sus tradiciones pero para los que este año elijan terminar el 2018 de una manera diferente, aquí algunos destinos dentro y fuera del país que pueden ser una buena opción para renovarse.
[sam_pro id=1_59 codes=”true”]
Pira de muñecos: La Plata
El fuego es símbolo de purificación y en la ciudad de La Plata todo el mes de diciembre se arman muñecos de hasta 10 metros de alto con diferentes diseños. Políticos, futbolistas, personajes de series, fuertes y castillos inundan la ciudad esperando a la noche del 31. Después del brindis, las familias salen a la calle y los muñecos se queman como símbolo de renovación y limpieza para el nuevo año. Hace algunos años, los muñecos mejor logrados reciben un premio.
Pueblo de película: Villa La Angostura
Si te encantan las películas navideñas donde ves a todas las casas decoradas con luces, Villa La Angostura te va a hacer sentir como si estuvieras en ellas. La particular arquitectura que identifica la ciudad combina a la perfección con los típicos adornos navideños, enmarcados en un hermoso paisaje de montañas. Durante todo el mes de diciembre, se organizan talleres, conciertos y actividades recreativas para toda la familia de manera gratuita.
Pesebres vivientes: Jujuy
Grandes y chicos se visten de los personajes del pesebre para celebrar la navidad. A las 12 de la noche se cantan villancicos interpretados por orquestas de quenas y bombos, los instrumentos típicos de esta zona del país. En la ciudad de Humahuaca, las campanas del Cabildo suenan a las 12 de la noche el 24 y el 31 de diciembre. Ropas y cintas de colores se destacan en los bailes que son parte del festejo del nuevo año.
Balde agua: Uruguay
La limpieza de la casa es una recomendación muy conocida para empezar el año renovando energía. En Uruguay lo hacen de forma mucho más explícita: el nuevo año se recibe con un balde lleno de agua y a las 12, el balde es arrojado a la calle, desde ventanas, balcones y terrazas.
Saltar las 7 olas: Río de Janeiro
Brasil se toma en serio todas las celebraciones y el país se revoluciona cada vez que el calendario marca una fecha especial. Año nuevo no es excepción y en Río de Janeiro es la segunda fiesta más importante, después de Carnaval. La tradición es vestirse de blanco como símbolo de paz y armonía pero también llevar un color que represente tu deseo para el nuevo año: rojo para el amor, amarillo para el dinero y verde para la salud. Para que estos deseos se cumplan, se llevan flores y velas al mar como ofrendas y luego de las 12 es necesario saltar 7 olas y pedir un deseo por cada una.
Platos rotos: Dinamarca
Si cuando termina el año buscás desestresarte, pasarlo en Dinamarca puede ser una muy buena opción. A las 12 en punto, cada uno se sube a su silla y salta al nuevo año para tener buena suerte. Una vez en el año nuevo, los grupos de amigos salen a la calle con platos a tirarlos frente a las puertas de sus seres queridos. Al contrario de lo que podría pensarse acá, eso es símbolo de buenos deseos. A la mañana siguiente, quien más platos rotos tenga en su puerta más dichoso será en el año que recién comienza.
108 campanadas: Japón
Para liberarse de los pecados, en Japón existe la tradición de hacer sonar 108 campanadas en los templos budistas. Cada campanada simboliza uno de los pecados terrenales y humanos de la tradición budista que todo hombre debe deshacerse para comenzar el año libre de sufrimiento y con el alma renovada para la reencarnación.
Para mas información: www.viajala.com.ar